sábado, 23 de febrero de 2013

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Revista Electrónica Bilingüe       Nº 8     Octubre 1996
S. XXI
Venezuela: Visión o Caos
reseña por Michelle Otero
Reseña del libro de Roberto Smith Perera, Matemático, Ministro de Transporte y Comunicaciones ( 1990-92), Embajador de Venezuela ante la Unión Europea, Bélgica y Luxemburgo (1992-95), Director del Fondo de Inversiones de Venezuela y académico entre otros diversos intereses.Esta obra tan interesante tiene un objetivo claro que parte de una preocupación concreta : ¿Cómo enfrentará Venezuela los retos del siglo XXI cuando el país hoy - a raíz de las crisis económica, política y aún más importante, como lo es la crisis moral que aqueja a nuestra sociedad - está a la deriva, no consigue un rumbo porque ha perdido su visión del futuro. Señala el autor que "Un país sin visión cae rápidamente en la mediocridad de la desesperanza. Venezuela por lo tanto tiene dos alternativas frente al siglo XXI: o crea una nueva visión y se decide llevarla a la práctica o estará condenada al caos".
La obra trata del futuro pero no es la visión de un futurólogo, al contrario, exhorta hacia la acción inmediata, pero una acción que ha de partir de una visión común, de metas claras a largo plazo y además necesita de la voluntad de todos para arrancar. La dificultad estriba en muchos casos en la poca o ninguna visión de la actual dirigencia política. Al carecer de los elementos necesarios para comprender los retos del siglo que se aproxima, el liderazgo político ha venido perdiendo legitimidad "Venezuela hoy en día no parece creer en nada ni en nadie..." Es esencial que el liderazgo político sepa interpretar que camino que quiere tomar el país así como con cuales elementos va a construir ese camino.
En el prólogo del libro el autor realiza un estupendo resumen de su propia obra de modo que sirve de reseña de todo su trabajo. Explica su argumento central señalando lo resumido arriba sobre la necesidad de definir una nueva visión que sirva de guía para la acción.
Dedica los primeros dos capítulos al análisis de la situación del presente que ha despojado a los venezolanos de su estabilidad económica y social. El autor resume las actuaciones de los distintos gobiernos hasta el presente e interpreta las conclusiones que la sociedad frustrada de la Venezuela de hoy considera que explica el hecho del derrumbamiento de todo un sistema de vida. Pero. El autor, piensa que en realidad lo que es importante es que la sociedad tiene que aceptar que los gobiernos no pueden solucionar todos los problemas, Venezuela no es hoy un país rico, hay que substituir la visión nostálgica que en realidad lo único que hace es generar acusaciones hacia aquellos que llevaron al país a esa situación, como entes totalmente separados de la sociedad que acusa y que no se siente responsable de lo sucedido. Pero Smith exhorta a salir de esa actitud, pasiva paralizante. Hay que construir en base a una visión estratégica para alcanzar al futuro.
El tercer capítulo inserta al país dentro de una realidad mundial considera "Un sano ejercicio de mirarnos desde afuera que sirve de contexto para identificar las ventajas y desventajas, las oportunidades y los riesgos de Venezuela en el mundo del futuro". Analiza la individualidad del país dentro de la diversidad de América Latina, lo homogéneo y lo heterogéneo de la región hemisférica. Señala, con razón, que frecuentemente los venezolanos "tendemos a creer que nuestro país es el centro del universo ", pero lo esencial es lograr redefinir a Venezuela ante el mundo como un país de gran potencial y esperanza.
Los capítulos IV y V tratan el tema del Estado y de la maquinaria de gobierno , la pesada carga de la burocracia y la necesidad de una reestructuración profunda del sector público por una parte y en segundo lugar se refiere a la política económica que surge en 1989 como un camino lleno de escollos que no ofrecen verdaderas alternativas.
Pero, este es un libro sobre el futuro, en el fondo es optimista puesto que luego de reflexionar sobre la crisis del Estado y de las políticas económicas de los gobiernos propone una nueva visión para el país que se centra en el aumento de la calidad en el esfuerzo de todos para aumentar así la calidad de vida de los venezolanos.
Dice con razón el autor que Venezuela debe situarse en posición de competir en la aldea global en que se ha convertido el mundo, señala que " como país pequeño Venezuela no puede ignorar la evolución futura de la civilización y debe basar en ellas su estrategia. El futuro de Venezuela estará determinado en gran medida por las tendencias mundiales del siglo XXI, pero más aún por la manera como el país decida incorporarse en los procesos económicos internacionales buscando su propio beneficio..." Es necesario además eliminar la pobreza absoluta, crear empleos estables y bien remunerados. La importancia del elemento de equidad y justicia social es obvia y debe ser tratada de acuerdo, puesto que el Estado se ha mostrado incompetente para solucionar el problema, aún durante los años en que el país era irónicamente llamado "Venezuela Saudita". De modo que hay que afincar los esfuerzos en grupos y comunidades no gubernamentales ( asociaciones vecinales, grupos religiosos, empresas privadas) menos vulnerables a la corrupción. Es necesario, descentralizar para modernizar. Igualmente es necesario diversificar, particularmente en el área de la educación y premiar la excelencia.
Finalmente considera que es importante considerar que es muy difícil que Venezuela supere su crisis sin un cambio profundo, sin una especie de ruptura epistemológica del venezolano con sus percepciones pasadas en cuanto a su propia responsabilidad ante los retos que plantea el futuro. Es decir asumir nuestros propios deberes de ciudadano con voluntad y visión de manera , orgánica y coherente.
Smith concluye afirmando que de no adoptar una nueva visión y actuar en base de ésa, " La alternativa es simplemente el caos. Significaría excluir por voluntad propia a Venezuela del proceso de transformación más ambicioso que se haya propuesto la civilización: la construcción de una sociedad global, interdependiente , económicamente integrada y competitiva con una democracia en avance y con mejores expectativas para los miles de millones de gente pobre del mundo. Significaría además asegurar la marginación absoluta de un tercio de los venezolanos de cualquier esperanza de progreso material y en consecuencia, de mejoramiento cultural y moral......pero, "Si el lector asume su compromiso, habrá bastado el esfuerzo".

http://www.analitica.com/archivo/vam1996.10/sxxi2.htm


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