opinión
![]() |
¿Qué hacer?
18 Diciembre, 2010

Los reservorios de esperanza se van agotando. Si no hacemos nada.
Luego del triunfo del referendo de la reforma en el 2007, los líderes democráticos le pidieron a la gente esperar a noviembre del 2008 para que las cosas cambiaran, con las elecciones regionales y municipales. Poco pasó porque Chávez continuó avanzando en su plan de dominación comunista. Desconoció a alcaldes y gobernadores y triunfó con el referendo de la enmienda pocos meses después, asegurándose la reelección indefinida, base para mantener la visión de un Chávez inderrotable ad infinitum. Luego le pidieron a los opositores, que continuaban creciendo en la medida que avanzaban las expropiaciones, las nuevas leyes de control y la actitud intolerante del gobierno ante la mitad del país, esperar el 26-S para ganar la Asamblea Nacional. Se avanzó. pero aún ganando el voto popular, sólo se hicieron con una minoría calificada de la Asamblea. Avance muy insuficiente para confrontar a quien ya tenía todo el poder y quería más.
Desde el 26-S le pidieron a la gente aún más paciencia. “Esperemos el 5 de enero de 2011 y todo cambiará”, cuando asumamos los curules.
En eso estábamos cuando Chávez, de manera anunciada, planificada y artera, se dedica a una avalancha de leyes de control comunista y a hacerse aprobar una habilitante que le otorga superpoderes hasta julio del 2012. Por cierto usando la excusa de las lluvias para darle un toque humano y social a una iniciativa estrictamente dedicada a controlar el poder totalitario.
Ante este escenario, no se puede decir a la gente “esperemos el 2012”.
Es imperativo poner en marcha una estrategia democrática para echar para atrás las leyes más aberrantes que están surgiendo de la moribunda Asamblea Nacional este “diciembre negro”, y particularmente para frenar los superpoderes habilitantes otorgados entre gallos y media noche a Chávez.
Un camino para ello es el proceso abrogatorio popular de todas esas leyes, incluyendo la habilitante. No es el único pero puede ser productivo para recobrar la democracia.
No se le puede pedir a la gente que espere el 2012 para movilizarse. La idea de ejercer una oposición democrática en la Asamblea Nacional mientras se organizan unas primarias para final de año, y sólo entonces contar con las herramientas (un candidato, un plan electoral, etc.) para enfrentar a Chávez en las elecciones de diciembre de 2012, se percibe como una historia idealizada que nunca ocurrirá, mientras Chávez sigue avanzando aceleradamente en quitar espacios a la alternativa democrática. Para empezar, los dos grandes medios independientes de TV tienen una gigantesca espada de Damocles sobre ellos, cuando saben que se les vence la concesión en mayo del 2012 y que según la Ley de Telecomunicaciones nueva, no se las renovarán.
Es necesario, por tanto, actuar ya.
Los abrogatorios son una manera de galvanizar a la oposición en torno a un objetivo común, que requiere la participación de todos, partidos políticos, ONGs, estudiantes, amas de casa, los que viven en el extranjero, todos sin excepción.
Hay que saber que no es posible usar el poder minoritario de los curules en la Asamblea Nacional para hacer retroceder el plan de dominación comunista. La oposición no cuenta alli con los votos suficientes ni siquiera para aprobar una ley normal, mucho menos para derogar leyes ya aprobadas anteriormente o para derogar la temible habilitante.
Abrogar una ley requiere del 10% de las firmas de los electores para ser activado. 1.8 millones de firmas serían entonces necesarias para asegurarse que vamos a un referéndum, que habría que ganar. Si se tratara de decretos-leyes que Chávez apruebe a partir de hoy, sólo hace falta el 5% de las firmas, es decir unos 750.000 firmas para solicitar el referéndum. En el referendo abrogatorio se requiere que 40% de los votantes participen para abrogar la ley en cuestión.
No es un camino fácil, como toda resistencia a un régimen autoritario, y requiere que millones de venezolanos entierren el espectro aterrador de la lista del finado Tascón. Requiere ir a un CNE dominado por afectos al régimen, para solicitar que se organice la recogida de firmas y el referendo abrogatorio. Requiere, además, que las fuerzas democráticas, en especial la Mesa de la Unidad Democrática manifiesten su voluntad de iniciar este recorrido de manera unitaria, invitando a todas las demás organizaciones civiles del país a sumarse.
Pero tiene una gran ventaja: es un camino constitucional contundente. Tiene la ventaja de estar muy alejado de tentaciones no democráticas que emergen casi naturalmente ante la avalancha no democrática de Chávez, es consistente con la idea de ganar definitivamente el 2012, es un prólogo organizativo a la organización que conquistará el triunfo en el 2012.
Sobre todo, un abrogatorio es participativo y protagónico. En este proceso todos pueden ayudar, desde los partidos políticos que liderizan la organización del proceso, hasta las ONG y las organizaciones estudiantiles que montan los “firmazos”, hasta las amas de casa y jóvenes que apoyan los centros de recolección de firmas en todo el país.
En medio de la desesperanza y la indignación, no falta quien invoque hoy el “350”. Los abrogatorios son una manera de imponer la soberanía popular, para desconocer “cualquier legislación” que contraríe “los valores, principios y garantías democráticos.” Visto así, el referéndum abrogatorio de este paquete de leyes comunistas es un camino para aplicar de manera pacífica y legal el sentido del artículo 350, sin llegar a la guerra civil.
Habilitemos al pueblo unido, en la calle, con sus firmas, sus votos, sus pancartas y sus marchas pacíficas, para deshabilitar el falso poder de Chávez. En pocos meses podríamos ver resultados positivos al recoger millones de firmas, movilizando organizadamente a la gente en cada rincón de Venezuela, dándole un parado contundente al avance comunista, y preparándonos con una victoria de resistencia democrática para la gran victoria de la nueva Venezuela que nacerá el 2012.
Twitter: @RobertoSmithP
original en http://www.noticierodigital.com/2010/12/¿que-hacer/#more-15021
No hay comentarios:
Publicar un comentario